sábado, 20 de septiembre de 2008

HOMENAJE A LOS MARINEROS

A mediados de febrero de 2006, después de haber realizado un viaje por la costa de Huelva con varios compañeros perteneciente a la Junta Directiva de la asociación de vecinos “FAUSTINO MÍGUEZ”, y siendo la mayor parte de nosotros marineros, acordamos mandarle un escrito al entonces alcalde de Sanlúcar Rafael Rubio –pasado por el Registro Municipal de nuestro Ayuntamiento y que obra en mi poder-, solicitándole que, motivado por el auge de montar rotondas por muchos lugares de la ciudad y, como ya existía en el Palmar de San Sebastián unos azulejos dedicados a los viticultores sanluqueños, exponerle a nuestro alcalde la necesidad de que una de estas rotondas fuera dedicada a los marineros con poco coste por parte del Ayuntamiento, pues era nosotros mismos los que buscaríamos un pesqueros de mediana eslora –entre seis y nueve metros-, para colocarlo en el centro de la misma.
En aquellos momentos teníamos en mentes tres pequeños pesqueros que sus armadores, al estar construyendo nuevas embarcaciones, no iba a tener ningún problema al cederlo para este fin encargándonos nosotros de los trámites documentales en la Capitanía Marítima de Sanlúcar y de todos aquellos permisos que hubiera sido falta.
Parte del texto que en aquel momento se le mandó al alcalde fue el siguiente:
“Los sanluqueños tenemos una gran tradición marinera heredada de nuestros antepasados y avalado por la historia de este gran pueblo como es Sanlúcar de Barrameda.
Por esta tierra han pasado todos los conquistadores que fueron y vinieron de las América desde la tercera salida de Cristóbal Colón para su descubrimiento, pasando por Juan Sebastián Elcano que le dio por primera vez la vuelta a la tierra y regresando a este lugar después de tres años de navegación a bordo de la Nao Victoria y narrado con gran acierto por Antonio de Pigaffeta. Pero fueron muchos más los que salieron de Sanlúcar para conquistar el continente americano, Francisco de Orellana, Pedro de Ursua, Juan Díaz de Solís, Sebastián Caboto, Diego de Almagro, Cortés, Francisco Pizarro, Vasco Núñez de Balboa, Hernando de Magallanes Pedro de Mendoza, Hernando de Soto Núñez Cabeza de Vaca etc….
Sanlúcar fue el puerto de llegada de cientos de Galeones procedentes de las Indias cuyo puerto final era Sevilla donde se encontraba la Casa de Contratación naciendo el Archivo de India, el más completo documentalmente para el estudio de la América latina hasta el año 1717 en que paso la Casa de Contratación a Cádiz perdiendo nuestra ciudad la importancia que tuvo hasta esta fecha.
Pero esto no hace que Sanlúcar deje de ser marinera, aquí había quedado infinidad de embarcaciones de pequeño tonelaje dedicado a la pesca costera en la Bahía de Cádiz y costa de poniente con su centro neurálgico en La Balsa y dedicado a la pesca de los Cazonales, la Jábega y el Trasmallo, hasta la llegada de los primeros levantinos con sus Bous, revolucionando el tipo de pesca que se conocía como de Arrastre. Los sanluqueños, a pesar de su retraimiento al principio, se fueron adaptando a este tipo de pesca que mejoró la economía de este pueblo, teniendo hoy Sanlúcar unas cincuentas y cinco embarcaciones dedicadas a esta modalidad, a la vez que los pescadores se fueron refugiando en el lugar conocido como Choza de Ubreba, más tarde conocido como Bajó de Guía, escogiéndose como lugar de vivienda, refugio de las embarcaciones, punto de venta de las mercancías e inicio de las actuales Carreras de Caballo tan famosa y de prestigio para este pueblo, así como interesante centro cultural gastronómico y de turismo.
Pasado el tiempo, los marineros sanluqueños descubren otro tipo de pesca como es hoy el importante comercio de la pesca al cerco y que procede del levante español, al que se dedican más de treinta embarcaciones, más tarde, aparecen por aquí otra modalidad nueva en la pesca que, procedente de la costa de poniente es traída por los marineros de aquel lugar como es las llamadas Dragas hidráulicas, utilizadas en la extracción de Almejas conocidas en estos lugares como Chirlas con unas treinta y cinco embarcaciones dedicadas a estas labores en la actualidad.
Amén de estas embarcaciones, hay otra modalidad de pesca utilizadas por estos marineros sanluqueños, como es aquellas dedicadas a la modalidad de Enmalle, cerca de la costa y con embarcaciones más pequeña.
Todo esto hace que Sanlúcar tenga hoy unas cientos treinta embarcaciones dedicada a las distintas modalidades de pesca aportando a esta ciudad quizás el 50% de nuestra riqueza empleando a más de 600 personas de forma directa sin contar con aquellos puestos indirectos que genera.
Por otro lado, en la actualidad son varios los barcos que se están construyendo en distintos astillero de nuestras costas de Cádiz y Huelva, para armadores sanluqueños y que estarían dispuesto muy gustoso de donar sus antiguas embarcaciones que se tienen que desguazar para que estas sean expuestas en cualquier lugar de Sanlúcar como homenaje a este sector tan tradicional y histórico que, junto con la viticultura, es hoy los motores que impulsan la economía de nuestra ciudad, por lo menos, hasta que no nos demuestren lo contrario.
ÚNICO PUNTO: Colocar el casco de una embarcación pesquera de nuestro pueblo en la Rotonda que se está construyendo en El Palmar de San Sebastián como símbolo de nuestro pueblo y como ya se ha hecho con la representación de los viticultores.”
Junto a estos datos les mandamos la historia de una de estas embarcaciones a punto de ser desguazada y que su propietario estaba dispuesto a cederla para este fin y como homenaje a nuestros marineros.
Esto no llegó a ningún lado, por lo visto no interesó y desde aquí manifiesto mí más sincero apoyo al partido andalucista en esta reivindicación y que no se desanime en su petición hasta conseguir que exista un monumento en Sanlúcar dedicado a este gremio tan esforzado y sufrido.
Sanlúcar de Barrameda, septiembre de 2008.
Fdº: José González Parada.

ver pdf http://www.scribd.com/doc/10970325/Homenaje-a-Los-Marineros

lunes, 15 de septiembre de 2008

UN POETA DE SANLUCAR Y PARA SANLUCAR



Don Manuel Barbadillo Rodríguez, insigne sanluqueño, poeta, dramaturgo, novelista, biógrafo, anecdótico, pensador, humorista, viajero. Le gustaba la pintura casi tanto como pasear por sus bodegas, donde iba todos los días al romper el alba, al salir el Sol, casi junto con los arrumbadores y los toneleros y, detrás de él, su secretario durante más de veinticinco años, Paco Gil Cano, que hacía acto de presencia ante de que el reloj de la Iglesia diera las ochos de la mañana.

Nos dejó una de las mejores bodegas que todavía hoy se mantiene en Sanlúcar como es Bodegas Barbadillo, símbolo de la grandeza de años pasados y actuales, nuestra Manzanilla, y que después su hijo Antonio Pedro supo darle aire viajero con su marca “Castillo de San Diego” estandarte de estas bodegas sanluqueñas.
El 29 de este mes de septiembre, Don Manuel cumple 117 años de su nacimiento habiendo cumplido el día 28 de Mayo pasado 22 años de su muerte.
Don Manuel vino al mundo en esta capital manzanillera, por más seña, en la calle Sevilla, el mismísimo día de San Miguel, San Gabriel y San Rafael día por antonomasia en el que cierra y se abre el año agrícola y, con el nacimiento de Don Manuel, se abrió la literatura, la poesía, la amistad, el vino y la alegria.
D. Manuel tenía varias aficiones. La literatura la acompañaba con el buen gusto por las mujeres, los Langostinos, la Manzanilla y, como buen tertuliano, por la amistad y reuniones en su etapa madrileña en el Café Gijón entre poetas y escritores, como en Sanlúcar en el Ateneo.
Su primer libro lleva por título y que vio la luz pública en 1922, “Historia de un Paragua”, y sus últimos, puesto que fueron dos sus últimos libros, editado en 1983, se llama “Isabel, reina de España” y “Ángel Mª Cortelline Hernández” recordando la memoria del pintor sanluqueño.
En la literatura de Don Manuel está reflejado todos los temas, pues no se cortaba ante el papel puesto que era lo que más le gustaba en la vida, dejando a su muerte la friolera cifra de más de 80 libros editados como fueron:
Veintidós libros de versos.
Nueve novelas.
Seis obras netamente de temas biográficos.
Diez de anécdotas y pensamientos.
Catorce de humor.
Trece de otros temas.
Seis dedicados a pueblos de nuestra provincia.

Entre estos ochenta libros editados, las obras biográficas tiene una extraordinaria importancia, pero también son valiosísimos aquellos libros en los que Don Manuel Barbadillo toca en profundidad temas relacionados con el vino de Jerez y la Manzanilla de Sanlúcar.
Algunos se quedaron por el camino y no se editaron hasta muchos más tarde de su muerte, como fue “Exidio”, un pequeño libro que edito Don Antonio Barbadillo “El Toto”, entresacado de los apuntes de dos cuadernillos donde Don Manuel había dejado detalle de lo ocurrido en Sanlúcar de Barrameda durante los primeros días del alzamiento militar por parte de militares rebeldes y que narra los acontecimientos entre el 18 de julio de 1936 y septiembre de 1937; cuadernillos que Don Manuel le había dejado a Eduardo Domínguez Lobato para escribir su libro denominado “Cien capítulo de retaguardia” editado por éste en 1973 y que después el Toto lo edito para dar a conocer que lo narrado en el libro de Eduardo Domínguez estaba basado en estos
apuntes de su padre en el cual él también había colaborado, pues Don Manuel mandaba a su hijo Antonio a ciertos lugares para que le trajera noticias de los acontecimientos que ocurrían en las calles y en el Ayuntamiento sanluqueño, siendo éste cuadernillo el primero que nos dio a conocer los nombres de los 119 sanluqueños que, sacado por las noches con alevosía y nocturnidad del Castillo de Santiago eran conducidos, escoltados fusilados en las carreteras, las cunetas y las tapias del cementerio entre agosto de 1936 y septiembre de 1937.
La historia de estos cuadernillos nos lo narró Don Antonio una mañana junto con José Enrique Guisado en la casa de La Cilla en el Barrio Alto donde habíamos sido invitados por el mismo y, donde nos regaló éste libro y otro que lleva el nombre de “Sanlúcar de Barrameda 1978”, lleno de fotografía de sanluqueños que él –Don Manuel-, fue invitando a contar sus vivencias y cuya primera narración lleva por título “LA ESCUELA CERRADA”, donde nos explica cómo llegado a la puerta del número 4 de la Plaza de los Duques de Medina Sidonia había tropezado con la escuela cerrada y donde “la casa seguía decrépita, desconchada, con su antiguo manto de cal, totalmente descolorido, pero con la puerta cerrada, cerrada a piedra y lodo, que impedía todo acceso al interior como si fuera un castillo medievo. Como un perro en pie. Inútilmente había cogido su aldabón y había golpeado sobre la puerta, llena de resquebrajaduras y de hendiduras mortales, quizás esperando que su viejo maestro, Don Manuel Salatti, o su esposa, Dª Carmen Maceas le abriese la puerta cerrada.
Al estar la fecha de su nacimiento muy cerca (117 años), he querido recordarlo con estas letras de agradecimiento.
Sanlúcar de Barrameda, Septiembre de 2008.

ver pdf http://www.scribd.com/doc/10970484/Un-Poeta-de-Sanlucar-y-Para-Sanlucar