lunes, 15 de septiembre de 2008

UN POETA DE SANLUCAR Y PARA SANLUCAR



Don Manuel Barbadillo Rodríguez, insigne sanluqueño, poeta, dramaturgo, novelista, biógrafo, anecdótico, pensador, humorista, viajero. Le gustaba la pintura casi tanto como pasear por sus bodegas, donde iba todos los días al romper el alba, al salir el Sol, casi junto con los arrumbadores y los toneleros y, detrás de él, su secretario durante más de veinticinco años, Paco Gil Cano, que hacía acto de presencia ante de que el reloj de la Iglesia diera las ochos de la mañana.

Nos dejó una de las mejores bodegas que todavía hoy se mantiene en Sanlúcar como es Bodegas Barbadillo, símbolo de la grandeza de años pasados y actuales, nuestra Manzanilla, y que después su hijo Antonio Pedro supo darle aire viajero con su marca “Castillo de San Diego” estandarte de estas bodegas sanluqueñas.
El 29 de este mes de septiembre, Don Manuel cumple 117 años de su nacimiento habiendo cumplido el día 28 de Mayo pasado 22 años de su muerte.
Don Manuel vino al mundo en esta capital manzanillera, por más seña, en la calle Sevilla, el mismísimo día de San Miguel, San Gabriel y San Rafael día por antonomasia en el que cierra y se abre el año agrícola y, con el nacimiento de Don Manuel, se abrió la literatura, la poesía, la amistad, el vino y la alegria.
D. Manuel tenía varias aficiones. La literatura la acompañaba con el buen gusto por las mujeres, los Langostinos, la Manzanilla y, como buen tertuliano, por la amistad y reuniones en su etapa madrileña en el Café Gijón entre poetas y escritores, como en Sanlúcar en el Ateneo.
Su primer libro lleva por título y que vio la luz pública en 1922, “Historia de un Paragua”, y sus últimos, puesto que fueron dos sus últimos libros, editado en 1983, se llama “Isabel, reina de España” y “Ángel Mª Cortelline Hernández” recordando la memoria del pintor sanluqueño.
En la literatura de Don Manuel está reflejado todos los temas, pues no se cortaba ante el papel puesto que era lo que más le gustaba en la vida, dejando a su muerte la friolera cifra de más de 80 libros editados como fueron:
Veintidós libros de versos.
Nueve novelas.
Seis obras netamente de temas biográficos.
Diez de anécdotas y pensamientos.
Catorce de humor.
Trece de otros temas.
Seis dedicados a pueblos de nuestra provincia.

Entre estos ochenta libros editados, las obras biográficas tiene una extraordinaria importancia, pero también son valiosísimos aquellos libros en los que Don Manuel Barbadillo toca en profundidad temas relacionados con el vino de Jerez y la Manzanilla de Sanlúcar.
Algunos se quedaron por el camino y no se editaron hasta muchos más tarde de su muerte, como fue “Exidio”, un pequeño libro que edito Don Antonio Barbadillo “El Toto”, entresacado de los apuntes de dos cuadernillos donde Don Manuel había dejado detalle de lo ocurrido en Sanlúcar de Barrameda durante los primeros días del alzamiento militar por parte de militares rebeldes y que narra los acontecimientos entre el 18 de julio de 1936 y septiembre de 1937; cuadernillos que Don Manuel le había dejado a Eduardo Domínguez Lobato para escribir su libro denominado “Cien capítulo de retaguardia” editado por éste en 1973 y que después el Toto lo edito para dar a conocer que lo narrado en el libro de Eduardo Domínguez estaba basado en estos
apuntes de su padre en el cual él también había colaborado, pues Don Manuel mandaba a su hijo Antonio a ciertos lugares para que le trajera noticias de los acontecimientos que ocurrían en las calles y en el Ayuntamiento sanluqueño, siendo éste cuadernillo el primero que nos dio a conocer los nombres de los 119 sanluqueños que, sacado por las noches con alevosía y nocturnidad del Castillo de Santiago eran conducidos, escoltados fusilados en las carreteras, las cunetas y las tapias del cementerio entre agosto de 1936 y septiembre de 1937.
La historia de estos cuadernillos nos lo narró Don Antonio una mañana junto con José Enrique Guisado en la casa de La Cilla en el Barrio Alto donde habíamos sido invitados por el mismo y, donde nos regaló éste libro y otro que lleva el nombre de “Sanlúcar de Barrameda 1978”, lleno de fotografía de sanluqueños que él –Don Manuel-, fue invitando a contar sus vivencias y cuya primera narración lleva por título “LA ESCUELA CERRADA”, donde nos explica cómo llegado a la puerta del número 4 de la Plaza de los Duques de Medina Sidonia había tropezado con la escuela cerrada y donde “la casa seguía decrépita, desconchada, con su antiguo manto de cal, totalmente descolorido, pero con la puerta cerrada, cerrada a piedra y lodo, que impedía todo acceso al interior como si fuera un castillo medievo. Como un perro en pie. Inútilmente había cogido su aldabón y había golpeado sobre la puerta, llena de resquebrajaduras y de hendiduras mortales, quizás esperando que su viejo maestro, Don Manuel Salatti, o su esposa, Dª Carmen Maceas le abriese la puerta cerrada.
Al estar la fecha de su nacimiento muy cerca (117 años), he querido recordarlo con estas letras de agradecimiento.
Sanlúcar de Barrameda, Septiembre de 2008.

ver pdf http://www.scribd.com/doc/10970484/Un-Poeta-de-Sanlucar-y-Para-Sanlucar

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