domingo, 26 de abril de 2009

RAFAEL VEGA RUIZ "ANCIÁ"



Casi todos los días me tropiezo por el Callejón Bayoneta a nuestro querido vecino Rafael Vega Ruiz, más conocido por nosotros por “Anciá”.
Siempre va caminando cabizbajo mirando el suelo como si estuviera buscando algo que se le haya perdido y, lamentablemente es así, la edad no perdona a nadie y se le nota la falta de visión y cada vez le cuesta más trabajo caminar con la soltura y gallardía que lo hacía en sus años mozos.
Cuando se pasa a su lado, lo primero que se le observa es que no le falta la sonrisa en la cara y si tú, al pasar a su lado, lo saludas, te busca con su sonrisa para saludarte, momento en el que se nota su porte flamenco y la gracia que tiene al hacerlo como el que está saludando a un público ficticio al que se le está cantando. Te sigue con la mirada perdida hasta que desapareces de su vista cansada y prosigue su camino hasta que otro le vuelve a saludar repitiendo los mismos gestos que anteriormente.
Rafael es uno de los de la saga de los “Anciá”, componentes de una familia, que como el dice, “En mi familia, todos mis antepasados han sido buenos cantaores, aunque no se han prodigado. Mi padre y algunos de mis tíos, así como mi abuela paterna, tenían unas portentosas cualidades para el cante. En aquel entonces el mundo del flamenco era diferente a lo que es hoy, se cantaba para disfrutar y pasar un buen rato con los amigos”.
Pero no es del todo cierto, en el cante flamenco destacó sus hermanos Pepe Sanlúcar, Manuel y Miguel que junto a él, y durante muchos años fueron estandarte del cante saetero, destacando su hermano Pepe que, como él nadie ha cantado por Caracoles y Mirabrás.
He dicho saetero porque a Rafael al llegar la Semana Santa se le recuerda y se le reconoce como uno de los saeteros con más cualidades para ofrecer una oración hecha cante a las sagradas imágenes de nuestro pueblo.
Rafael define a la saeta “como una oración echa cante que sale de lo más profundo del alma. Es un cante distinto a los demás, haciéndolo puro y olvidándonos de los demás. Es una comunión que se da entre el cantaor y la imagen que tenemos delante. Para mí no concibo cantar una saeta sin ver la cara del Cristo o de la Virgen”.
Este hombre, con todas las letras, cantaba las saetas por todos los estilos, teniéndole más apego a las “carceleras”, aunque también le gusta cantarlas por martinetes, sin despreciar a las seguiriyas.
La mayor satisfacción de Rafael fue cuando todos los hermanos, los siete, cantaron juntos en un escenario, pero lo que más recuerdo le trae es el premio que recibió en las Noches de Bajo de Guía con un cante por mirabrás.
Rafael solamente necesitaba que alguien lo llamara para presentarse a cantar desinteresadamente, ya fuera para ayudar a los que lo necesitaban como para algún que otro problema laboral o benéfico. Ha dedicado toda su vida al trabajo para llevar su casa adelante criando a nueve hijos, tiene más de veinte nietos y varios biznietos, destacando a uno de sus nietos –Javier-, como posible sucesor de la saga de los “Anciás” en el cante flamenco, no dejando de acordarse continuamente de su esposa a la que con frecuencia se le ve acompañándolo por nuestro barrio y que tuvieron la gentileza de hacerse los dos socios de nuestra asociación de vecinos participando en los problemas de nuestro barrio.
Siempre hemos dicho que los homenajes y los nombres en algunas calles se les hace a las personas cuando ya no pueden disfrutar de ellas, y otras veces casi al momento de hacerse famosos, y desde estas notas escritas con el mayor de los cariños a este gran hombre y cantaor flamenco sanluqueño quiero poner de manifiesto que supongo que nuestras autoridades lo esté teniendo en cuenta y que próximamente le pongan nombre a una de tantas calles sanluqueñas el de “RAFAEL VEGA RUIZ” “ANCIÁS” para perpetuar a esta gran saga de cantaores de nuestro pueblo.
Sanlúcar de Barrameda 24 de Abril de 2009.
VER PDF:http://www.scribd.com/doc/14653477/13-Rafael

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